Dolor cervical o cervicalgia: causas y tratamientos

Dolor cervical o cervicalgia: causas y tratamientos

El dolor cervical o cervicalgia es una patología muy frecuente. Se trata de un dolor que afecta a alguna o varias de las estructuras que componen el cuello: músculos, nervios, vértebras y discos intervertebrales. Hoy en día, se trata de una de las molestias más comunes, siendo las sobrecargas musculares su principal causa.

El dolor cervical puede estar localizado en la parte posterior del cuello o bien, extenderse a los lados. También hacia brazos, cabeza y espalda.

 

Dolor cervical o cervicalgia ¿En qué consiste?

Las personas que padecen cervicalgia suelen tener dolor en la zona de la columna cervical: cuello, que puede irradiar a cabeza y dorso, y espalda.

La zona cervical de la columna vertebral es una unidad funcional semejante a la zona lumbar. Las cervicales han de soportar el peso de la cabeza pero esto no lo hace en su centro, sino en la parte posterior. Esta situación crea un desequilibrio que se resuelve la musculatura posterior del cuello, haciendo que la cabeza permanezca bien posicionada.

Cuando la cabeza no está bien posicionada, ya puede ser arqueada o adelantada, y los músculos posteriores cervicales no están fuertes, ni resistentes, se crea una serie de tensiones mecánicas y unas compresiones inadecuadas de las cervicales que acaban causando problemas cervicales (dolor, contracturas…), siendo esta la principal causa del dolor cervical. Cuando el dolor dura más de tres meses, se considera dolor cervical crónico.

 

El dolor cervical suele deberse a sobrecargas musculares provocadas por hábitos desaconsejables y malas posturas.

 

 

¿Qué causa el dolor cervical? Causas de la cervicalgia

El dolor cervical se debe a factores musculares o ligamentosos relacionados con:

  • Malas posturas
  • Estrés
  • Mala ergonomía
  • Fatiga muscular crónica
  • Lesiones de músculos o ligamentos
  • Artrosis
  • Actividades laborales o del hogar: ver la televisión, estar sentado delante del ordenador, dormir en una mala posición…
  • Caídas, accidentes.
  • Las personas que aprietan los dientes por la noche pueden generar tensión en los músculos de la columna cervical.
  • Fibromialgia y otras afecciones médicas
  • Artritis cervical o espondilosis
  • Ruptura de los discos intervertebrales
  • Pequeñas fracturas de la columna consecuencia de la osteoporosis
  • Estenosis raquídea
  • Esguinces
  • Infecciones de la columna: disquitis, abceso, osteomielitis…
  • Cáncer que afecte a la columna

 

La causa más común del dolor cervical son las lesiones de los músculos o ligamentos

 

La causa más común del dolor cervical son las lesiones de los músculos o ligamentos debidas a traumatismos o al deterioro progresivo.

Por otro lado, las actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día, como dormir en mala posición, estar mal sentado delante del ordenador, etc… suelen ser muy a menudo, las responsables de la tensión muscular en la zona cervical.

Los accidentes, sobre todo los de tráfico, pueden causar lesiones cervicales de diversa gravedad. Una muy común es el latigazo cervical, que suele producirse cuando la persona que viaja en un vehículo sufre una contusión lateral o posterior. El cuello se ve sometido a un movimiento de aceleración o flexión seguido de un segundo movimiento contrario. Cuando se producen estos movimientos de una forma brusca, la musculatura cervical se contrae bruscamente arrastrando a la columna cervical, pudiendo causar daños de diferentes grados de severidad.

 

Dolor cervical o cervicalgia

Síntomas de la cervicalgia

El dolor es un síntoma evidente de la cervicalgia. Sin embargo, además del dolor se puede sentir entumecimiento, hormigueo, debilidad en el brazo, en los dedos e incluso en otras partes del cuerpo.

Otros síntomas comunes son dificultad para movel el cuello (cuello rígido) y, en algunos casos mareos.

 

 

Diagnostico del dolor cervical o cervicalgia

La cervicalgia se diagnostica mediante una exploración exhaustiva que incluya la valoración postural, movilidad cervical y zonas dolorosas.

También el médico evalua la función nerviosa y muscular de brazos y piernas. Se realizan radiografías del cuello para valorar el estado de las vértebras cervicales y si es necesario, el médico puede solicitar un TAC, resonancia magnética o una electromiografía.

En la mayoría de los casos, mediante las radiografías se pueden ver las vertebras cervicales lo que permite realizar un diagnóstico, que a menudo permite determinar la causa del dolor cervical pudiendo de esta forma, administrar el tratamiento más adecuado.

 

 

Tratamiento del dolor cervical o cervicalgia

Cuando se obtiene un diagnóstico de cervicagia, el tratamiento más habitual es la fisioterapia que ayuda a controlar y tratar las molestias cervicales. Los masajes en el cuello junto con las terapias locales de calor, favorecen la relajación de los músculos mejorando la movilidad del cuello.

También se puede recurrir a los analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares. En ciertos casos más extremos, el médico puede recomendar el uso temporal de un collarín (entre -2-4 días no más). En otros casos, como cuando el dolor está provocado por un disco herniado, puede ser necesaria la cirugía que permite reducir la presión en la médula espinal o en las terminaciones nerviosas.

 

 

Dolor cervical crónico

Cuando el dolor cervical no desaparece, se vuelve un problema crónico. Para poder controlar el dolor cervical crónico hay que encontrar maneras de hacer que el dolor sea tolerable para que la persona afectada pueda vivir su vida lo mejor posible.

Los sentimientos y emociones negativas, no deseadas, como la frustración, el resentimiento y el estrés son muy a menudo el resultado del dolor crónico, pudiendo empeorar el dolor cervical. Os invito a leer este artículo: Cómo afectan las emociones a nuestra espalda.

 

¿Cómo prevenir el dolor cervical?

Las siguientes recomendaciones pueden ser de gran ayuda para prevenir el dolor cervical:

  • Intentar mantenerse relajado: realizar ejercicio puede ser de gran ayuda para prevenir el estrés y evitar que se acumule tensión en el cuello. El yoga, el pilates y los masajes son muy buenas opciones.
  • Mantener la postura correcta: sobre todo si trabajas sentado es preferible que tengas una silla con respaldo vertical adaptable y que te permita mantener la espalda apoyada en todo momento. Si trabajas delante de un ordenador es importante que la pantalla esté a la altura de los ojos, lo que evitará que tengas que inclinar el cuello.
  • Estiramientos de cuello: Estira el cuello cada hora, sobre todo si trabajas sentado.
  • Colchon y almohada: A la hora de dormir es recomendable que el colchón sea firme, ni demasiado duro ni demasiado blando. Durmiendo sin almohada el dolor puede mejorar, sino puedes utilizar una especial que se adapte al cuello.
  • Seguridad en la carretera: Ponte el cinturón de seguridad o el casco según corresponda. De esta forma, evitarás sufrir lesiones cervicales en caso de accidente.
  • Evitar permanecer de pie durante largos periodos de tiempo: Si trabajas de pie coloca un banco cerca de los pies. Alterna un pie y otro en el banco para ir descansando.

 

 

Cómo aliviar el dolor cervical

Si tienes ya el dolor instalado, toma nota de las siguientes recomendaciones para reducir el dolor.

  • Actividad Física: En el caso de que realices alguna actividad física de forma habitual y tengas dolor, es recomendable con el objetivo de reducir la inflamación, que los primeros días no hagas deporte, ni levantes peso, ni realices ejercicios que impliquen torcer la espalda o el cuello.
  • Duchas de agua caliente: Aprovecha la ducha para arrojar agua sobre la zona con la mayor presión posible y a la mayor temperatura que aguantes sobre el cuello y hombros durante 10 minutos.
  • Ejercicios de estiramiento: Dedica entre 10-20 minutos al día para realizar estiramientos del cuello ya que te ayudarán a mejorar la postura, fortalecer el cuello y mejorar la flexibilidad. Hazlo de manera suave y lenta, de arriba a abajo y de lado a lado. Si practicas deporte es importante que realices este tipo de estiramientos antes y después de la práctica deportiva. También es recomendable que los vayas realizando durante los descansos de tu jornada laboral si trabajas sentado o delante de un ordenador.
  • Masajes: Los masajes los debe realizar un fisioterapeuta. Ayudan de una forma muy efectiva a descontracturar la zona y a relajar los músculos.
  • Tratamiento farmacológico: Si el dolor es muy intenso acude al médico. El uso de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares permiten aliviar el dolor y mejorar       la capacidad funcional. El consumo de estos fármacos debe estar bajo supervisión          médica en todo momento y no es recomendable en su uso superar la semana. 
  • Acupuntura: La acupuntura también puede ayudar a aliviar el dolor cervical.

 

 

 

Cervicalgia ¿Cuándo acudir al médico?

Si tienes dolor cervical debes acudir sin falta al médico cuando:

  • Los síntomas no desaparecen en una semana.
  • Si se siente hormigueo, adormecimiento o debilidad en la mano o el brazo.
  • Cuando el dolor cervical ha sido causado por una caída, golpe o lesión.
  • Si el dolor empeora al acostarse o si te despierta durante la noche.
  • En el caso de que el dolor sea tan fuerte que no te permita sentirte cómodo o realizar tus tareas habituales.
  • Si se pierde el control sobre la salida de la orina o sus movimientos intestinales.
  • En caso de que surjan problemas para caminar o mantener el equilibrio.

 

 

Fuentes:

        Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT)
        Clínica Universidad de Navarra.
        Departamento Médico de Laboratorios Cinfa.

 

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