Diferencias entre la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno

Diferencias entre la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno

¿Qué diferencias hay entre la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno? Medicamentos como la aspirina, el paracetamol o el ibuprofeno siempre se suelen encontrar en cualquier botiquín de primeros auxilios. Cualquiera de estos fármacos nos pueden ayudar a aliviar el dolor, cosa que en numerosas ocasiones crea confusión a la hora de elegir entre uno u otro.

Ante el dolor suele recetarse aspirina, paracetamol o ibuprofeno. Siempre es recomendable seguir el consejo del médico o farmacéutico porque aunque todos son efectivos contra el dolor no son lo mismo, por lo que algunas personas podrían acabar más perjudicadas que beneficiadas por automedicarse con estos fármacos. Para evitarlo, conviene también leer siempre el prospecto de los medicamentos.

 

Diferencias entre la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno

Estos tres fármacos están considerados analgésicos. Son muy comunes y de los medicamentos más consumidos en nuestro país gracias a sus propiedades analgésicas y antipirépticas.

Dolor de cabeza, menstrual, de muelas, de epalda, dolores musculares, golpes, torceduras… Son numerosas las ocasiones en las que recurrimos a estos analgésicos para combatir numerosas dolencias, incluso se llega a abusar de estos fármacos. Sin embargo, cada uno de ellos tiene sus propias características, indicaciones, contraindicaciones y efectos secundarios, por lo que conviene conocerlos y hacer de ellos un consumo responsable para evitar problemas.

 

Ibuprofeno

Del ibuprofeno ya hemos hablado en más de una ocasión (Ver aquí) . Se trata de un antiinflamatorio no esteroide (AINE) y sus funciones son: analgésico, antipiréptico y antiinflamatorio.

Generalmente se usa para combatir la fiebre y para el alivio sintomático del dolor leve o moderado, entre otros, de:

  • Dolor de cabeza, muelas…
  • Dolor de la menstruación
  • Artritis, artrosis…
  • Cuadros inflamatorios
  • Dolor muscular (contracturas, torceduras, esguinces…)
  • Faringitis y dolor de garganta en general.

Su mecanismo de acción es similar al del paracetamol. Ambos inhiben la síntesis de las prostaglandinas a nivel periférico. Por ello, está indicado para el tratamiento de estados que presentan dolor, acompañados de inflamación. También se utiliza en el tratamiento del dolor moderado en postoperatorio.

Las dosis más habituales son de 400mg y 600mg cada 4-6 horas dependiendo de la intensidad y gravedad del cuadro, y de la respuesta al tratamiento. En el caso de los niños, la dosificación dependerá de la edad y el peso. Por ello, que la forma farmacéutica más utilizada en los más pequeños suelen ser «jarabes» que se administran por vía oral con la ayuda de una jeringuilla marcada con mililitros.

 

diferencias entre la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno

 

A tener en cuenta con el consumo de ibuprofeno

En el caso de las personas mayores, de edad avanzada y/o con problemas renales, es necesario ajustar la dosis ya que no lo eliminan de la misma forma que un adulto sano. En personas con problemas digestivos es recomendable evitarlo.

Aquellas personas que padecen úlceras gástricas tampoco deberían tomar ibuprofeno ya que puede causar hemorragias. Por otro lado, excederse en la dosis recomendada puede causar una intoxicación hepática.

Como otros muchos antiinflamatorios, su princpal inconveniencia y efecto secundario es que puede resultar perjudicial para el estómago. El ibuprofeno puede irritar la mucosa gástrica por lo que se recomienda tomarlo siempre durante o después de las comidas.

 

Paracetamol

El paracetamol es un analgésico y antipiréptico. Al igual que el ibuprofeno nos resultará útil en caso de dolor y de fiebre. No obstante, este fármaco no tiene propiedades antiinflamatorias.

Actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas en el sistema nervioso central. Está indicado en el tratamiento del dolor leve o moderado causado por afecciones articulares, dolor de oídos,  muelas, cefáleas, neuralgias…

Es efectivo para el tratamiento de la fiebre, sobre todo cuando está causada por infecciones virales.

A diferencia del ibuprofeno, el paracetamol se aconseja tomarlo en ayunas con un vaso de agua ya que aumenta la biodisponibilidad (absorción del organismo).  En el caso de sufrir molestias digestivas se aconseja tomarlo con las comidas.

La dosis máxima recomendada por vía oral es de 4g al día en adultos sanos. Normalmente se recomienda entre 600mg y 4gr repartidas en tres tomas. En el caso de los niños, al igual que el ibuprofeno, existe un formato jarabe que permite dosificar la dosis dependiendo del peso del niño.

 

A tener en cuenta con el consumo de paracetamol

No se recomienda el uso de paracetamol o se debe tomar en dosis inferiores, en aquellas personas con problemas renales o hepáticos.

Aunque el paracetamol está considerado un fármaco seguro y no tiene consecuencias negativas para el estómago, hay que tener presente de que sí puede llegar a dañar el hígado y los riñones en caso de un consumo excesivo.

En el caso de que no haya inflamación, siempre es más recomendable recurrir al paracetamol antes que al ibuprofeno, ya que tiene menos efectos secundarios. Si por el contrario, exste dolor e inflamación de algún tejido, deberemos optar por el ibuprofeno..

 

paracetamol

 

 

Aspirina

El ácido acetilsalícilico, conocido popularmente como «aspirina«, es otro antiinflamatorio no esteroideo que se utiliza principalmente para aliviar el dolor.

Actúa impidiendo la estimulación de los receptores del dolor (síntesis de prostaglandinas). Por ello, se recomienda en el tratamiento del dolor leve.

La aspirina nos puede ayudar en caso de dolor de cabeza, dolor menstrual, dolor de muelas, contracturas… También se puede utilizar en caso de artritis reumatoide, osteoartritis, espondilitis anquilosante y fiebre reumática aguda, siempre con prescripción y control del médico.

La dosis máxima recomendada es también de 4g al día. Se recomienda tomarla justo después de las comidas y con un gran vaso de agua para evitar la irritación de la mucosa gástrica y para favorecer la absorción del organismo. En el caso de que el médico la haya prescrito para evitar un infarto, se aconseja tomarla antes de ir a dormir ya que se ha observado que ayuda a reducir la tensión arterial y el riesgo de episodios cerebrovasculares.

La aspirina no sirve para tratar la fiebre. No obstante, ante un cuadro febril, se puede consumir pero para aliviar las molestias. Sin embargo, en caso de fiebre se recomienda tomar paracetamol antes que aspirina.

 

aspirina farmacia torrent

 

A tener en cuenta con el consumo de aspirina

No se recomienda su uso para combatir procesos febriles de origen vírico como la gripe ya que puede provocar complicaciones.

La aspirina no debe utilizarse en menores de 16 años debido a la posibilidad de síndrome de Reye, una afección que causa daño cerebral súbito y alteraciones hepáticas).

En personas de avanzada edad se recomienda disminuir la dosis ya que a estas edades la función renal y hepática disminuyen.

Con el consumo de ácido acetilsalicílico también hay que tener muy en cuenta de que este fármaco es antiagregante plaquetario, lo que quiere decir que afecta a la coagulación de la sangre, volviéndola más líquida. Por ello, no se debe tomar antes de una intervención quirúrgica para evitar hemorragias, así como tampoco la deben tomar aquellas personas con problemas de coagulación (hemofilia) o gastrointestinales, así como también se recomienda evitarla durante la menstruación para evitar un aumento excesivo del sangrado.

De ahí surgen sus virtudes cardiovasculares ya que impide la formación de coágulos que pueden derivar en infartos, trombosis o accidentes cerebrovasculares.

La aspirina no está indicada para personas com problemas de estómago. Su uso abusivo puede causar úlcera estomacal y de intestino, dolor de abdomen, ácidez y ardor de estómago, naúseas, vómitos…

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.